Sus instalaciones clásicas han sido renovadas y adaptadas a las exigencias del turismo de reuniones y de bienestar... En su interior, cuenta con varias salas de juntas con amplios ventanales y vistas a la campiña provenzana. En su exterior, esta entrañable finca cuenta con zonas de relajación y románticos jardines que invitan a dar largos paseos y a disfrutar de una cena al aire libre. En este bello rincón, la luz del sol ilumina casi 300 días al año.
El patrimonio natural de Marsella es excepcional. Posee numerosos parques que se convierten en un oasis de frescor y relajación durante el verano. A unos kilómetros del Viejo Puerto se encuentran el macizo de las Calanques, declarado Parque Natural Nacional y las célebres calas de agua turquesa. Las especialidades gastronómicas de Marsella son la bullabesa, la bourride, la oursinade o el poupeton...